Ciclo Dorsai completo (I-VI)

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Ciclo Dorsai completo (I-VI)

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Marca: Miraguano  •  Producto de segunda mano: Si



Estado: Correcto

Páginas: Seis libros

Encuadernación: Tapa blanda

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Ciclo completo de Dorsai, la estupenda saga de ciencia ficción de Gordon R. Dickson.

1. DORSAI

Con ferocidad sus hombres abrieron fuego desde los árboles. Durante varios segundos reinó una confusión total en el suelo. No es fácil descubrir de inmediato desde qué dirección te están disparando con un rifle de agujas. Durante unos cinco minutos, los soldados lucharon bajo el engaño de que los rifles que los diezmaban provenían de una emboscada a nivel del suelo. Sin piedad dispararon contra todo lo que creyeron ver a la altura de sus ojos; cuando descubrieron su error, fue demasiado tarde. El fuego de ciento cincuenta rifles se concentró en su decreciente número; y si la puntería de un sólo de sus soldados era la de un Dorsai, la del resto resultó suficiente para la tarea encomendada. En menos de cuarenta minutos, desde el momento en que Donal despertó a sus hombres y les ordenara subirse a los árboles, la batalla había terminado.

2. SOLDADO NO PREGUNTES

Así es cómo empieza la "Ilíada" de Homero, una historia de hace treinta siglos: "Ésta es la historia de la cólera de Aquiles". Y ésta es la historia de mi cólera; yo, un hombre de la Tierra, contra los habitantes de dos mundos a los que se llama Amistosos, los reclutas, los fanáticos soldados vestidos de negro de Armonía y Asociación. Y no es una historia que hable de una cólera menor. Yo, al igual que Aquiles, también soy un hombre de la Tierra.
No se rían si comparo mi cólera con la de Aquiles, solo y amargado entre los navíos de sus mirmidones, bajo los muros de Troya. Porque tenemos otras semejanzas. Mi nombre es Tam Olyn y la mayor parte de mis antepasados son irlandeses; pero fue en Grecia, en el Peloponeso donde, como Aquiles, me convertí en lo que soy.

3. NIGROMANTE

En aquel preciso momento, durante una fracción de segundo, cuando el dragón y las aguas hubieron desaparecido, apareció algo mortal y real.
Aquello llegó desde una distancia que, comparada con la de las estrellas más lejanas, correspondía a un solo paso de un largo viaje.
Aquello llegó a una velocidad que, de ser comparada con la velocidad del pensamiento, hacía esta última despreciable.
Aquello llegó por el camino oscuro y pavimentado con el que Paul soñó mientras volvía al hotel en el día en que viera al Nigromante por primera vez.
Aquello era ciego y joven y todavía no estaba completamente formado, pero Paul reconoció en ello a su enemigo sin armadura.
Y aquello golpeó.

4. LA ESTRATEGIA DEL ERROR

La toma de Margaretha, en Freilandia, fue el último de una serie de compromisos que libraron con buena fortuna los nuevos mercenarios Dorsai bajo el mando de Cletus. Más de una año había transcurrido desde la captura de las minas de Newton, y durante aquel tiempo efectuaron campañas que acabaron en limpias victorias en planetas como el mundo hermano de Newton, Cassida, Santa María, un planeta más pequeño que orbitaba alrededor del sol de Procyon junto con Mara y Kultis y, últimamente, Freilandia, que, junto con Nueva Tierra, eran los mundos habitados de la estrella Sirio. Margaretha era una isla situada a cuatrocientos kilómetros al noreste del principal continente de Freilandia. Fue invadida por la colonia más próxima del continente. El gobierno en el exilio reunió fondos para contratar Dorsai que recuperaran su hogar de los invasores.

5. EL ESPÍRITU DE LOS DORSAI

En su mente había demasiadas cuestiones que no podía explicar, cosas que aún no le había admitido ni siquiera a ella. Por ejemplo, la cuestión de su visita a Foralie, y aquel momento en particular en el que pudo atravesar la puerta, que algunos de los más grandes Graeme, como los hermanos Ian y Kensie, los tíos gemelos de Donal Graeme, ordenaran cegar desde el alféizar hasta el dintel y de lado a lado. Tal como ocurriera con ellos, los descalzos pies de Hal se posaron en el alféizar y la parte superior de su cabeza rozó el dintel. Mas, a diferencia de ellos, sus hombros no tocaron los marcos del costado. Quizá, una vez que recobrara su salud y con algunos años más de crecimiento por delante, tal cosa también pudiera ocurrir. No importaba. Lo que sí importaba era el repentino e intenso sentimiento de unión con los Graeme.

6. EL DORSAI PERDIDO

Como un hombre atrapado en un sueño, alargó la mano y desactivó al último centinela, "el perro guardián", el robot que orbitaba más cerca del Puesto. En una exhalación desapareció el primer fortín, mientras el enemigo avanzaba, indemne, hacia la última línea de números "veinte", a cincuenta mil kilómetros, con la pantalla defensiva a sólo diez mil kilómetros por detrás. Sin vacilar, sus manos recorrieron el teclado y sus "veinte" se lanzaron hacia delante, intentando contactar con el enemigo en una zona lo más alejada posible de la pantalla. Cuarenta minutos más tarde, tres naves alienígenas se adentraron en una zona desguarnecida, donde dos de sus defensas, los números "cuarenta" y todos los "treinta" ya no estaban. Y las naves se hallaban apenas a mil quinientos kilómetros de la pantalla protectora.

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